Cuentan las crónicas que tal día como hoy en 1520, hace quinientos años, se convirtió en sultán del imperio otomano Süleyman, conocido en estos lares como Solimán el Magnífico y en el mundo árabe como Süleyman Kanuni, el legislador. Mecenas de la arquitectura y de las letras, por aquí suenan sus campañas de expansión territorial y poder en el Mediterráneo y en parte del Índico. En la franja entre el Mar Negro y el Caspio, se le recuerda por haberse repartido con el entonces sha de Persia la meseta Armenia, donde hoy andan a la greña Armenia y Azerbaiyán.