Lewin nunca buscó honores ni distinciones para sí, aunque desde su habitual segundo plano impulsó la obra de muchos otros. La suya —que incluye Bandiet: Seven Years in a South African Prision, Jafta o Stones against the Mirror—quizá fuera menos visible a pesar de los premios que cosechó, y sin embargo destaca por la fuerza de su realidad anclada en la vida.
Una vida surcada por el apartheid y sus contrasentidos. Nacido en Lydenburg, una localidad de origen afrikaner, Lewin decía que su padre, un sacerdote anglicano, «un hombre afable y cariñoso», le educó en el convencimiento de que todas las personas son iguales a los ojos de Dios. Lewin también contaba que, antes de terminar la educación secundaria y gracias a Trevor Huddleston —otra insigne figura del movimiento antiapartheid—, visitó Sophiatown: «Fue allí donde, por primera vez, vi con mis propios ojos la pobreza y el sufrimiento de la población africana que vivía en el lugar».
Al poco de iniciar sus estudios en la universidad Rhodes, Lewin, que por entonces aún pensaba ordenarse y consideraba la legislación segregacionista claramente contraria a los principios cristianos, se afilió primero al Partido Liberal de Sudáfrica (LPSA) —agrupación multirracial opuesta apartheid— y luego, buscando una oposición más activa, se integró en el clandestino Movimiento Africano de Resistencia (ARM), cuyos sabotajes no debían, en ningún caso, poner en peligro vidas humanas.
Apenas dos años después y cuando Lewin, tras haberse graduado, ya ejercía de periodista en publicaciones como la prestigiosa revista Drum, le prendieron, le torturaron y le condenaron a siete años de prisión que cumplió íntegramente. Cuando, el 30 de noviembre de 1971, le pusieron en libertad le dieron cuatro días para abandonar el país con un visado «únicamente de salida».
Así exiliado, vivió primero en el Reino Unido durante diez años y luego, durante otra década, en la recién independizada Zimbabwe donde, como evoca Peter Hain, «pensó que se sentiría más cerca de casa». En Londres, Lewin trabajó como periodista en The Guardian, entre otros, y apoyó el movimiento en contra del apartheid trabajando para el Fondo Internacional de Defensa y Ayuda (IDAF), mientras escribía Bandiet. Seven Years in a South African Prision —publicada en 1974, aunque prohibida en la Sudáfrica del apartheid hasta 1989—; en Harare, como asesor, contribuyó perseverantemente a la formación de periodistas e hizo que vieran la luz un sinfín de obras, desde ensayos políticos como Profile of Political Conflicts in South Africa (Características de los conflictos políticos en África austral) de Moeletsi Mbeki a escritos divulgativos como The Wildlife of Nyaminyami (La fauna de Nyaminyami).
Sin embargo, su faceta de editor se espumó a partir de 1988, cuando, junto a Irene Staunton, fundó Baobab Books, una editorial que, durante sus más de diez años de existencia, dio a conocer los escritos de autores hoy tan prestigiosos como Chenjerai Hove, Shimmer Chinodya, Charles Mungoshi o Yvonne Vera. Además, consiguió publicar la ingente obra póstuma de Dambudzo Marechera y convencer de que escribiera la biografía del mismo a la que con el tiempo se convertiría en la académica experta en dicho literato, Flora Veit-Wild.
En Baobab Books y en la propia producción de Lewin siempre ocupó un lugar privilegiado la literatura infantil, a pesar de lo difícil que le resultaba escribirla, tal como él mismo confesaba. Sin embargo, no se enfrentaba a ella pensando que sus lectores no pudieran comprender ciertas cosas, «los niños gustan de aprender nuevas ideas, nuevos conceptos […] La experiencia me dice que el lenguaje les entusiasma; no les asusta lo nuevo, es a los adultos a quienes les asusta lo nuevo».
Cuando Lewin pudo volver por fin a Sudáfrica corría el año 1992 y en CODESA, la Convención para una Sudáfrica Democrática, se habían iniciado las negociaciones cuyos frutos serían la redacción de una nueva constitución en 1993 y unas elecciones en 1994 con las que se pondría el punto final al régimen segregacionista. Lewin se integró en el equipo directivo del recién inaugurado Institute for the Advancement of Journalism, una institución dedicada a la formación de periodistas fundada por Allister Sparks.
Tres años después de su regreso, Lewin fue designado miembro del Comité de Derechos Humanos de la Comisión para la Verdad y la Reconciliación, cargo que desempeñó hasta 1998 y cuyo ejercicio fue el detonante de Stones against the Mirror, obra —galardonada en 2012 con el Premio Alan Paton de ensayo— en la que Lewin, a quien nunca arredraron las palabras, reflexiona sobre las muchas aristas de la reconciliación y encara sin ambigüedades su propia experiencia.
Una de las últimas distinciones que recibió, el Premio Águila de Oro 2013, se la concedió su antiguo colegio, St John’s College, «por su notable contribución a la sociedad».
Hugh Lewin nació en Lydenburg, Sudáfrica, el 3 de diciembre de 1939 y falleció el 16 de enero de 2019 en Johannesburg, Sudáfrica.
Para ampliar detalles, v. fuentes:
«Hugh Lewin », St John’s College, 18 de enero de 2019.
«Hugh Lewin talking», Books for Keeps, Nº. 34, September 1984.
Peter Hain, «Farewell to a modest giant of the revolution», Daily Maverick, 22 de enero de 2019.
Hugh Lewin, Bandiet. Seven Years in a South African Prision, (1974) Harare: Zimbabwe Publishing House, 1982.
Moses Magadza, «Meeting legendary editor Irene Staunton», Pambazuka News, 6 de marzo de 2014.