Violencia y xenofobia en Sudáfrica: algunas claves

Durante las últimas semanas se han producido en Sudáfrica cruentos incidentes a consecuencia de los cuales siete personas han muerto y miles han huido de sus hogares en busca de amparo. Porque eran ataques contra extranjeros, se han calificado de xenófobos, pero el adjetivo no los explica.

Algunos analistas, como la politóloga Nahla Valji (Creating the Nation: The Rise of Violent Xenophobia in the New South Africa, 2003), consideran que estos episodios violentos son la repunta indeseada en la creación de la nueva nación sudafricana. Así, al intentar desactivar la carga racial que legó el apartheid y lograr la unificación de la identidad nacional, se habría intensificado la diferencia con lo que queda fuera de ella, con el exterior. Consiguientemente, «el “extranjero” se ha convertido en el punto de intersección de una miríada de tensiones sociales aún sin resolver», afirma Valji.

Este argumento, combinado con algunos datos estadísticos sorprendentes, como unos índices de desempleo más bajos entre los extranjeros, podría quizá desentrañar la razón de que se les eche la culpa a ellos, por ejemplo, del estancamiento económico.

Sin embargo, la reflexión de Valji no aclara por qué los ataques solo se han localizado en dos de las nueve provincias (Gauteng y KwZulu-Natal), aunque sean con diferencia las que mayor porcentaje del PIB nacional generan o mayor densidad de población registran.

«Comprender la violencia contra los extranjeros —afirman los investigadores del African Centre for Migration & Society (ACMS) de la Universidad de Witwatersrand— requiere pruebas empíricas más que conjeturas o argumentos generales sobre cuestiones estructurales».

Por eso, tras analizar agresiones similares acaecidas con anterioridad, refutan las conocidas suposiciones de que dichos incidentes suelen darse en las áreas que registran una pobreza absoluta, los mayores índices de desempleo o el mayor número de extranjeros.

Concluyen, en cambio, que los asaltos se generan en distritos en los que hay un grado de privaciones económicas alto, pero no extremo; un gran número de viviendas y alojamientos no regularizados; un porcentaje de hombres superior al de la media de la población, y en los que se hablan una gran diversidad de lenguas (tanto nacionales como extranjeras). Características estas que se dan, por ejemplo, en los barrios de Jeppestown o Alexandra, cercanos a Johannesburg.

El detonante suele estar relacionado con el acceso al poder político o al económico en el ámbito puramente local. Precisamente con las oportunidades empresariales tiene que ver la disputa en torno a los pequeños supermercados y tiendas de comestibles y artículos de uso cotidianos ubicados en los asentamientos no regularizados y regentados por comerciantes extranjeros, que suelen tener más éxito comercial que los nacionales. Este tipo de negocios han sido el primer blanco de los recientes ataques y también lo fueron en muchos de los incidentes anteriores.

Para ampliar detalles, v. fuentes:

— Kwanele Sosibo, «Xenophobia: What did we learn from 2008?», Mail & Guardian, 24 de abril de 2015
http://mg.co.za/article/2015-04-23-xenophobia-what-did-we-learn-from-2008

— Athandiwe Saba and Paddy Harper, «Xenophobic violence: Where did it all begin?», City Press, 19 de abril de 2015
http://www.citypress.co.za/news/ground-zero/

— Kwanele Sosibo, «No clear answer to the violence…», Mail & Guardian, 17 de abril de 2015
http://mg.co.za/article/2015-04-16-no-clear-answer-to-the-violence

— Milton Nkosi, «South Africa’s xenophobic attacks: Fear and shame», BBC News, 14 de abril de 2015
http://www.bbc.com/news/world-africa-32299548

— Research Output, Migrating for Work Research Consortium (MiWORK)
http://www.miworc.org.za/?p=miworc-research-outputs

— Forced Migration Studies Programme, University of the Witwatersrand, ‘Xenophobia’: Violence against Foreign Nationals and other ‘Outsiders’ in Contemporary South Africa, Junio de 2010
http://www.migration.org.za/uploads/docs/brief-3.pdf

 

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